NORMAS
DE FUNCIONAMIENTO
ENSEÑANZA
El Curso de Formación para el ejercicio de la profesión de
Abogado es una iniciativa del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza
que pretende poner a disposición de los licenciados en Derecho un
cauce eficaz y accesible para adquirir los conocimientos prácticos
propios del ejercicio profesional de la Abogacía. Conocimientos
que no se imparten en la Licenciatura en Derecho y que tradicionalmente
se adquieren mediante años de pasantía en un despacho, que
hoy en día no es fácil de conseguir por las peculiaridades
que ha adquirido el ejercicio profesional a finales del siglo.
El Curso se puso en funcionamiento en noviembre de 1995, aprovechando la
inauguración del Centro de Formación del Real e Ilustre Colegio
de Abogados de Zaragoza y cuenta con la experiencia de seis promociones
que han pasado por sus aulas.
La docencia en el Curso está a cargo de Abogados en ejercicio, Magistrados,
funcionarios cualificados de la Administración de Justicia y miembros
de otras profesiones jurídicas o del ámbito jurídico,
de reconocida solvencia en el ejercicio de las materias correspondientes.
La configuración del profesorado ha preocupado de forma muy especial
y se ha optado fundamentalmente porque esté compuesta por Abogados,
y Abogados que viven esencialmente del ejercicio de la Abogacía,
buscando precisamente que la enseñanza tenga ese carácter
práctico que sólo el contacto directo con la profesión
da. Somos conscientes de que esta opción implica problemas. Por
ejemplo que se puede ser un buen Abogado o profesional, y todos los profesores
lo son, y sin embargo no reunir la misma capacidad para la docencia o la
comunicación. O también el que la actividad docente puede
verse alterada por un señalamiento, un detenido que asistir u otra
actividad profesional urgente que requiere inesperadamente la presencia
del Abogado-Profesor y fuerza la suspensión de una clase o un cambio
en el programa. Son inconvenientes, que no defectos, pues a buen seguro
responden a lo que el alumno se va a encontrar en su vida profesional y
bueno es que se vaya habituando desde un principio a que no hay agenda
fija a 48 horas vista, ni horario seguro de salida del despacho, ni fines
de semana o vacaciones garantizadas al cien por cien.
El Curso General, dirigido a la formación práctica del Abogado,
se desarrolla a lo largo de 17 meses, consta de un total de 1.071 horas
lectivas y está homologado por el Consejo General de la Abogacía.
La enseñanza que se ofrece en esos 17 meses está a su vez
dividida, dentro de cada uno de ellos, en cinco Áreas.
En la primera, Área de Deontología y Técnica profesional,
que se desarrolla al comienzo y final del Curso General, se ilustra al
alumno sobre la profesión de Abogado, su mundo, el ámbito
en que se mueve y las otras profesiones con que se relaciona o colabora,
así como los criterios de actuación y las técnicas
generales que habrá de respetar y utilizar en el ejercicio de la
profesión.
Las otras cuatro áreas se corresponden con las cuatro jurisdicciones
básicas existentes en la Administración
de Justicia, Civil, Social, Penal y Contencioso-Administrativa, aunque
algunas de ellas se estructuren a su vez en torno a subáreas de
contenido específico. Así en el Área Civil, junto
a los procedimientos ordinarios, se distinguen las subáreas de Familia,
Mercantil y Arrendamientos Urbanos, y en el Área de Penal las subáreas
de procedimientos especiales de menores, militar y penitenciario.
En todas las Áreas se pretende formar al alumno en la práctica
procesal aplicable a los distintos procedimientos que las integran, evitando
en lo posible la explicación de conocimientos teóricos adquiridos
en la licenciatura y que, salvo someros recordatorios, se dan por sabidos.
La enseñanza se basará además en la adquisición
de la experiencia por la práctica real por parte del alumno, reduciendo
al mínimo indispensable incluso las explicaciones teóricas
sobre dicha práctica.
Todo ello sin olvidar la imprescindible enseñanza de los aspectos
teóricos específicos de la profesión de Abogado, que
lógicamente no se adquieren en la licenciatura. La Facultad de Derecho
forma juristas; no jueces, ni notarios, ni registradores, ni procuradores,
ni abogados. Y el correcto desempeño de la profesión de Abogado
exige el aprendizaje, no sólo de las técnicas y prácticas
necesarias en la profesión sino también de la deontología,
obligaciones, derechos, responsabilidades y modos que afectan al Abogado.
La formación se completa y enriquece con la visita a órganos
judiciales y administrativos, la presencia del alumno en los diversos Servicios
de Asistencia y Orientación Jurídica del Real e Ilustre Colegio
de Abogados de Zaragoza, la prestación de cuatro guardias de 24
horas junto con un Letrado del Turno de Asistencia al Detenido y el seguimiento
completo de uno o dos asuntos de oficio, en colaboración con el
Abogado del Turno de Oficio al que se le haya asignado el asunto. Además,
incluye tres semanas de prácticas acompañando a un Procurador
de los Tribunales como culminación del curso, se realizará
una labor práctica de ejercicio profesional mediante la estancia
en un despacho de Abogados, bajo la tutoría del titular del mismo.
El Curso General comenzará el día 15 de octubre de 2001 y
se desarrollará hasta marzo de 2003, pudiendo prolongarse
las clases si las circunstancias y necesidades así lo aconsejaran.
Las clases prácticas sobre técnicas y modo de actuación
profesional se impartirán en las aulas del Centro de Formación
del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza, especialmente equipadas
a los fines didácticos del mismo, en grupos máximos de veinticinco
alumnos. Dichas clases, con independencia de las prácticas externas
que se realicen en horario de mañana, tendrán lugar de lunes
a viernes, de 16 a 20'15 horas.
En este sentido ha de tenerse muy presente que el Curso se organiza desde
la perspectiva de una disponibilidad absoluta por parte del alumno. Las
horas lectivas que contempla el programa han de completarse con el trabajo
de preparación personal de las mismas, para lo que los alumnos pueden
disponer de las instalaciones del Centro y de la propia Biblioteca del
Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza. Se trata de un curso de
formación práctica y por consiguiente el alumno ha de acudir
a las clases programadas, con la materia leída y la teoría
preparada.
Las prácticas de asistencia a Juzgados, Tribunales y Oficinas Públicas
y demás actividades programadas por el Centro, se desarrollarán
desde el comienzo hasta el final del Curso. El calendario concreto para
su realización irá siendo comunicado, en su momento, a los
alumnos y se expondrá asimismo en los tablones de anuncios del Centro.
INSTRUMENTOS
DIDÁCTICOS
Durante el curso funcionará un servicio de fotocopias establecido
por el Centro, con el fin de reproducir los guiones, escritos judiciales
y demás documentos precisos, cuando ello suponga una mayor eficacia
y rendimiento en el desarrollo de las actividades que se lleven a cabo.
Asimismo, se emplearán aparatos de proyección y vídeo
para presenciar filmaciones de juicios reales y otros videos de contenido
jurídico realizados expresamente al servicio de los fines didácticos
del Centro.
También se dispondrá de un sistema visual de proyección
de transparencias, que facilite las enseñanzas del profesor y la
atención y participación del alumno.
EVALUACIÓN
Y CERTIFICADO
La asistencia a las clases prácticas y demás actividades
que integran el Curso General del Centro es obligatoria, no permitiéndose
un número de ausencias superior al 10% de cada materia. A tal propósito
se controlará la asistencia diaria y el Centro realizará
tres supervisiones de asistencia en los meses de diciembre, marzo y mayo,
que tendrá carácter eliminatorio. Se realizarán también
evaluaciones periódicas de asimilación y aprovechamiento.
Los alumnos que superen tales evaluaciones de asistencia accederán
a la evaluación final de rendimiento,
que la Comisión de Formación llevará a cabo cuando
el curso finalice y donde se tendrá especialmente en cuenta: el
aprovechamiento en las clases y demás actividades, los ejercicios
realizados, la asistencia a Juzgados, Tribunales y Oficinas Públicas,
la resolución de los casos prácticos, ensayos de informes
orales y demás actuaciones forenses, la participación en
otras actividades programadas por el Centro, y, en general, cuando pueda
revelar el sentido crítico y práctico adquirido por el alumno.
Tras la evaluación final favorable a los alumnos, en la última
evaluación de rendimiento del Centro se les concederá Certificado
del Curso General. La evaluación final es voluntaria, pero imprescindible
para obtener el Certificado del Curso y para acceder a la prueba de capacitación
del Consejo, también voluntaria.
SECRETO PROFESIONAL
Desde la perspectiva del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza,
todos los alumnos del Curso de Acceso a la Profesión tienen la consideración
de colegiados a efectos deontológicos. En las clases teóricas
y prácticas se trabaja sobre casos reales en los que se ha suprimido
la identidad de los afectados, pero que pudieran ser reconocibles para
alguno de los alumnos. Así mismo, en las prácticas de los
Servicios de Orientación, acompañando a Procuradores y sobre
todo en despachos de Abogados, se tiene acceso a documentación e
información de todo tipo sobre los clientes y asuntos de dichos
profesionales. En dicho sentido queremos advertir que los alumnos del curso
asumen las mismas obligaciones que si fueran Abogados en ejercicio en materia
de secreto profesional y que cualquier violación de datos o hechos
que conocieren por razón de su condición de alumnos en prácticas,
incluso comentándolos entre ellos, será considerado como
una falta muy grave que llevará aparejada la expulsión del
Curso, sin perjuicio del ejercicio por el Colegio de las acciones que,
en su caso, fuese pertinente.
PRUEBA DE
CAPACITACIÓN PROFESIONAL
Al finalizar el Curso General, el Centro convocará a los que hayan
obtenido el Certificado a un examen de capacitación profesional,
que tendrá carácter voluntario. Dicho examen será
eminentemente práctico e incluirá: un ejercicio escrito,
un informe oral y un supuesto de deontología. A los que superen
este prueba, el Consejo General de la Abogacía Española les
expedirá un certificado de capacitación para el ejercicio
de la profesión de Abogado.
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